La ex bruja Beth nos narra su experiencia.
Cuando yo estaba en mi adolescencia, a principios de los veinte años, estaba muy interesada en aprender más acerca de conectarme conmigo misma y encontrarme. Quería averiguar sobre niveles más profundos y más altos de conciencia, para poder conectarme con quien yo era realmente. Quería conectarme con el universo y el poder que poseía.
A través de esta conexión podía encontrar las respuestas a las preguntas más importantes de la vida: ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué nací?. Durante este tiempo hice un montón de búsquedas a través de las religiones orientales como el hinduismo, el budismo, el taoísmo, etc.
Aprendí acerca de la meditación, los chakras, la canalización de energía, el uso de cristales para traer la sanación y la alineación dentro del cuerpo, el yoga y mucho más. Practiqué todas estas cosas de manera regular con la esperanza de alcanzar la iluminación y convertirme en una mejor persona. Quería mucho ser una buena persona y parecía que éstas eran cosas que me iban a ayudar a lograrlo. Yo estaba muy abierta a las religiones orientales cuando las estudiaba, porque eran el polo opuesto de lo que yo sabía y creía acerca de Dios. Creía que Dios era una persona lejana en el cielo, que miraba a la gente y los juzgaba duramente. En las religiones orientales hay muchos dioses diferentes, y todos desempeñan papeles importantes en la vida. Estas religiones ofrecían ayuda cortando a través de las limitaciones de la mente humana y el cuerpo, para acercarse a un estado de Dios como uno mismo.
A menudo pasaba tiempo en la meditación tratando de “vaciar” mi mente. Quería llegar a esa conciencia de Dios. Y también pasaba el tiempo con mis cristales y piedras preciosas, cada uno sirviendo a un propósito específico. A veces sostenía las piedras preciosas para meditar en sus cualidades (como el amor o la paz) y a veces las colocaba en mis chakras para ayudar a traer esa energía buena y sanadora a mi cuerpo.
“PRACTIQUÉ VARIAS POSTURAS DE YOGA”.
Quería despertar mi mente, cuerpo y el tercer ojo. El tercer ojo está relacionado con uno de los dioses hindúes y es la puerta hacia su poder superior. Me encantó hacer yoga e incluso enseñé a mi novio todo sobre él. En un momento incluso me aventuré a un templo budista para aprender más sobre la religión. Me pareció muy interesante, pero yo no quería a estar ligada a ninguna religión. Disfrutaba de la libertad de escoger y elegir entre diferentes religiones para poder encontrar lo que funcionaba mejor para mí.
El Yoga era practicado en este templo budista junto con la meditación. En ese momento el yoga no era tan popular como lo es ahora, y no se consideraba una forma de estiramiento solamente, sino una forma de meditación y disciplina espiritual. A medida que mi vida avanzaba y cambiaba drásticamente, ya no tenía tiempo libre para meditar o pasar horas leyendo libros sobre religiones orientales o hacer las brujerías que tanto me gustaban. Dejé muchas de las prácticas, pero el yoga era una de las cosas a la que me aferré porque era relajante. Continué esa práctica durante años, incluso cuando me convertí en cristiana. Por lo que entendía, no había nada malo con el yoga. Era bueno para el cuerpo, la mente y el alma, y también se sentía bien todo. Me tomó algún tiempo darme cuenta de que, a pesar de sus cualidades de bajar el estrés, siempre lo había usado para una práctica espiritual, y que la espiritualidad no era compatible con el Dios Único y Verdadero del Universo.
A medida que crecía en mi relación con Jesucristo, comencé a darme cuenta de que uno no puede desconectarse de la naturaleza espiritual de la práctica del yoga. Lo que no se entiende es que cada una de estas religiones se basa en principios espirituales alineados con muchos dioses y diosas, o el maestro, que es como un gran líder que es adorado como un semi-dios.
Prácticas como el yoga, la meditación, la canalización de energía, el tai chi, kung fu, karate, acupuntura, mantras, mándalas, reiki y feng shui se basan en estas enseñanzas o principios espirituales que incorporan a los dioses y las diosas o la canalización de la energía. Todos los dioses y diosas son falsos dioses, o sea demonios.
Fuente: Foros de la virgen.