El actual exorcismo bautismal, hay que decirlo claramente, no es un exorcismo. En tiempos lo fue. Pero hoy día es una mera oración de petición de protección dirigida a Dios. Pero lo esencial de un exorcismo es la conjuración del demonio. Exorcismo significa en griego “conjurar”. Al único al que se le puede conjurar es al demonio. No se puede conjurar ni a Dios, ni a los santos, ni a los ángeles. Luego se mire como se mire el exorcismo bautismal no es un exorcismo. En tiempos sí que lo fue.
En las primeras generaciones de cristianos del Imperio Romano es muy posible que el exorcismo pasara a ser parte de la preparación de los catecúmenos adultos paganos al darse cuenta de que eran muchos los que padecían influencias demoníacas por haber participado en ritos de invocación de espíritus. En ocasiones esos exorcismos prebautismales se realizaban incluso cada día durante parte del tiempo del catecumenado.
Padre José Antonio Fortea.