lunes, 2 de enero de 2017

LAS POBRES ALMAS...


Ah, las pobres almas tienen tanto que sufrir a causa de vuestra negligencia, de vuestra piedad demasiado cómoda, por vuestra falta de celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas. Cómo se puede acudir en su ayuda, si no es con un amor activo que ofrezca por ellas esos actos de virtud que tanto descuidaron cuando estaban vivos.

Beata Ana Catalina Emmerick.