"Cuando la comunicación espiritual no es concedida exclusivamente en el espíritu, sino en los sentidos también, el diablo perturba más fácilmente y agita el espíritu con estos horrores por medio de los sentidos. El tormento y el dolor que provoca entonces es inmenso, y a veces es inefable. Porque desde que se procede manifiestamente de espíritu a espíritu, el horror que causa el espíritu maligno dentro del espíritu bueno, si es que alcanza a la parte espiritual, es insoportable".
San Juan de la Cruz.