“Es bueno y piadoso rezar por los difuntos para que sean liberados de sus pecados”
(2.Mac 12,43)
El Voto de Ánimas consiste en poner en manos de la Virgen María, todas las indulgencias que ganemos en vida, para que la Virgen las distribuya libremente a las Almas del Purgatorio.
Podemos usar la siguiente fórmula:
“Oh Padre celestial, en unión con los méritos de Jesús y de María, os ofrezco por las almas del purgatorio todas las obras satisfactorias de mi vida entera y todas las que por mí se ofrezcan después de mi muerte, y estas obras las deposito en las purísimas manos de María Inmaculada para que ella las aplique a las almas que, en su sabiduría y bondad maternal, quiera sacar del purgatorio. Dignaos, Dios mío, recibir y aceptar este ofrecimiento que hago por medio de María y dadme la gracia de morir en tu amor. Amén”
Padre Jorge Loring S.I., " Si yo renuncio a este tesoro espiritual mío, que he ganado con mis buenas obras, si con esa pequeña renuncia de mis pobres obras, logro ayudar a tantas almas que suban a la gloria, y después se interesan por mí, decidme si no es fenomenal tener en el cielo ese ejército de amigos míos, que saben que yo los ayudé a entrar en la gloria". "Porque si dice Jesucristo: "Los Misericordiosos alcanzarán misericordia", y si por hacer yo este acto de misericordia, después voy a tener la misericordia de Dios para conmigo".