
Domingo:
La Santísima Trinidad.
Asiste con fervor a la Santa Misa y recibe la Comunión si es posible.
Lunes:
Las almas del Purgatorio.
Ruega por las almas de tus parientes, amigos y bienhechores.
Martes:
Los Ángeles Custodios.
Acude a menudo los Ángeles Custodios pidiéndoles ayuda. Reza especialmente a tu Ángel de la guarda.
Miércoles:
San José.
Invócale como patrono de la buena muerte.
Jueves:
La Santísima Eucaristía.
A lo largo del día, haz frecuentes comuniones espirituales y, si es posible, una visita al Santísimo.
Viernes:
La pasión y muerte de Jesucristo.
Medita la Pasión y Muerte del Señor utilizando, por ejemplo, el Vía Crucis.
Sábado:
La Santísima Virgen María.
Reza la Salve u otra devoción mariana.