Los adivinos tratan de predecir el futuro mediante el uso de lo oculto, la magia o superstición. Está prohibido buscar el conocimiento del futuro usando cartas de baraja, de tarot, la bola de cristal, el estudio de la mano, las estrellas, examinando el hígado de animales muertos, lanzando flechas, usando la ouija o cualquier otro medio supersticioso.
Un médium es una persona que tiene conocimiento inmediato o secreto, ya sea por algún poder dudoso de sí mismo o mediante el poder de algún espíritu malo que trabaja por su medio. En el Libro Primero de Samuel (Reyes), capítulo 3, leemos cómo el Rey Saúl consultó a un médium y murió al día siguiente. En el 1 Crónicas (Paralipómenos) 10, 13 dice que Saúl murió por este pecado.
Astrología y horóscopos
Jeremías 10, 2: "Esto dice el Señor: No imitéis las costumbres de las naciones; ni temáis las señales del cielo, que temen los gentiles." Mediante el estudio de las estrellas y planetas, un astrólogo calcula un horóscopo sobre la base del mes y el día de nacimiento de un individuo. El horóscopo es una predicción de eventos que pudieran suceder, basado en el movimiento de las estrellas y planetas. Aunque miles de personas siguen los horóscopos con más o menos interés, esto es un tipo de adivinación. Aunque digamos no creer en horóscopos y solamente leamos el nuestro por diversión, debemos abandonar esta práctica, pues el horóscopo diario puede influirnos fácilmente de vez en cuando y es un modo en que nos hacemos receptivos a lo oculto.
Si queremos vivir en el Reino de Dios, debemos renunciar a los horóscopos y a todos los otros medios de adivinación. Deben ser destruidas las barajas, ouijas y otras cosas usadas para adivinación.
Mons. Donald W. Montrose.