martes, 30 de mayo de 2017

QUÉ DEBEMOS EVITAR VESTIR CUANDO VAMOS A MISA?

«La moda no incomoda» dicen por ahí, pero hay “modas”que son ciertamente inoportunas dependiendo del lugar, del ambiente y de las personas.

Quisiera darles a conocer las prendas más inadecuadas para asistir a la Santa Misa. Se podrían enumerar más, pero quisiera que estas ocho quedaran en nuestra memoria para evitarlas en un futuro. Algunos se sorprenderán (no es mi intención causar revuelo), pero sí quisiera dar algunas pautas para vestirse mejor durante la celebración Eucarística. Se trata principalmente de formar un criterio general para ayudar, sobretodo a quienes deben catequizar a otros sobre el respeto y el amor que tenemos los católicos a la Eucaristía.

¡Ojo! Antes de mencionarlos, es importante resaltar que estos son algunos criterios básicos, corresponde a cada uno hacer un discernimiento maduro de lo que es más adecuado dependiendo de las circunstancias que cada uno viva.

¿Qué debemos evitar vestir cuando vamos a Misa?

1. Camisas deportivas (equipos de fútbol).

Si quiero ir al estadio a ver fútbol, permitido. Si quiero pasear por el parque, permitido. Pero, ¿para ir a encontrarme con el Señor? Imagínense una exhibición de camisetas deportivas en la Iglesia, colores y equipos por doquier, viendo a “Messi” o “Vidal” cuando miro hacia el altar. Esto puede crear distracción . Además es bien sabido que una prenda deportiva se usa en un ambiente deportivo, por ende debemos evitar llevarlo a Misa.

2. Short o minifalda.

Para la playa un short está bien. El sol cuando calienta en la playa puede ser insoportable, pero ¿en la iglesia? El calor no es excusa para vestir como queramos, es más, si tenemos calor, podremos ofrecerlo al Señor como muestra de amor por Él. Un short o una minifalda (en el caso de una dama) es una prenda que llama bastante la atención , ¡cuánto más dentro de la iglesia! Ya me podrán decir ustedes sobre diseños, o colores, eso no importa tanto. Vestir falda esta bien, pero una falda corta no.

3. Chanclas de playa.

Aunque muchos no lo crean, sucede. Sobre todo en ambientes veraniegos donde ir a Misa está de paso entre mi casa y la playa. ¡Siempre dignos! No lo olvidemos. Aunque me lleve más tiempo cambiarme de ropa y calzado, lo haré por amor al Señor. Las chanclas de verano son para la playa, no para la iglesia. Te pones un calzado más discreto para ir a Misa y luego te los quitas para ir a la playa, ¿cuál es el problema? Que la pereza o la comodidad no intervengan en la dignidad y sobriedad que predomina en un templo católico.

4. Hombres con sombreros o gorras.

Que los hombres se quiten el sombrero es un gran signo de respeto. Cuando se está con alguien importante nos sacamos el sombrero o la gorra y saludamos, por lo menos así era antes y es algo que no podemos perder. Te lo puedes quitar y dejarlo a un lado de tu asiento o bajo el reclinatorio. (Las mujeres pueden cubrirse la cabeza dentro del templo).

5. Escotes o camisas abiertas.

Al parecer la premisa es que «mientras más muestres tu cuerpo, mejor». No es así entre cristianos. Sabemos que el cuerpo es un don de Dios, es el templo del Espíritu Santo, por lo tanto lo protegemos con cautela. No andamos mostrándonos a todo el mundo, esto podría incitar distracción y provocación en los demás. Sinceramente disgusta un poco ver por la calle desfiles de jóvenes vestidos así, ¡cuanto más en la iglesia!. Vamos bien arreglados, pero dignos. Ropa abierta, medio transparente, es mejor dejarla en casa. Nuestra premisa es «mientras más dignos, mejor».

6. Joyas, lujos y anillos exuberantes.

Las joyas y ornamentos exuberantes sobran en la Misa. Mientras más sobrios mejor.

7. Zapatos de fútbol.

Todos sabemos el concepto de calzado deportivo. Aquí vamos de nuevo, es deportivo. Como ya sabemos lo deportivo se usa en un contexto de deporte, pero ¿en la iglesia?, ¿para qué? Cuando organicemos un partido de fútbol parroquial, permitido. Pero para la santa misa es inadecuado. Mejor usar calzado formal y discreto. Porque ir con zapatos de montaña a jugar fútbol es inútil, lo mismo en la iglesia.

8.- Licras, leggins, mallones.

Al parecer la premisa es que «mientras más muestres tu cuerpo, mejor». No es así entre cristianos. Los cristianos No andamos mostrándonos a todo el mundo, esto podría incitar distracción y provocación en los demás. Sinceramente disgusta un poco ver por la calle desfiles de jóvenes vestidos así, ¡cuanto más en la iglesia!. Vamos bien arreglados, pero dignos. Los mallones no se usan como pantalones. Dar apariencia de desnudez será apropiado en un templo? . Nuestra premisa es «mientras más dignos, mejor».

Estas medidas no son para “encajar en un ambiente social”, como muchos podrán creer, sino para hacer de la Santa Misa un verdadero encuentro con el Señor, un lugar digno de recibirle, un lugar santo. Como cristianos y católicos estamos llamados a buscar la perfección, por ende el vestido no debería constituir ocasión para retroceder en la virtud y en la identificación con Cristo. La limpieza, el decoro, los modales y la distinción son hábitos básicos que debemos ir inculcando a las futuras generaciones, más aún en un mundo muchas veces permisivo.

«Cada Santa Misa tiene un valor infinito, inmenso, que nosotros no podemos comprender del todo: alegra a toda la corte celestial, alivia a las pobres almas del purgatorio, atrae sobre la tierra toda suerte de bendiciones y da más gloria a Dios que todos los sufrimientos de los mártires juntos, que las penitencias de todos los santos, que todas las lágrimas por ellos derramadas desde el principio del mundo y todo lo que hagan hasta el fin de los siglos» (Santo Cura de Ars).


Fuente catholic link.