martes, 3 de junio de 2014

EL INMENSO PODER DE UN ARCÁNGEL


No podemos imaginar el inmenso poder de un arcángel. La naturaleza de estos espíritus, aunque estén condenados, es muy notable… Un día insulté a Satanás, diciéndole “Sucia bestia”, pero san Gabriel me dijo: “No olvides que es un arcángel caído. Es como un hijo de una familia muy noble caído por sus vicios. Él no es respetable por sí mismo, pero hay que respetar a su familia en él. Si se responde a sus insultos con insultos es como una guerra entre gente baja. Hay que atacarlo con la oración”.

Padre Lamy
(1853-1931)