«Nos dice San Agustín: “¿Queréis saber lo que vale vuestra alma? Id, preguntádselo al demonio, él os lo dirá. El demonio tiene en tanto a nuestra alma que, aunque viviésemos cuatro mil años, si después de esos cuatro mil años de tentaciones nos ganase, tendría por muy bien empleado su trabajo.”»
San Agustín.