¡Oh Madre! Quiero consagrarme a Ti. Virgen María, hoy consagro mi vida a Ti, siento necesidad constante de tu presencia en mi vida, para que me protejas, me guíes y me consueles. Sé que en Ti, mi alma encontrará reposo y la angustia en mí no entrará, mi derrota se convertirá en victoria, mi fatiga en Ti fortaleza es.
Amén.