miércoles, 3 de abril de 2013

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

La misión de San Miguel es defendernos contra las sugerencias, tentaciones y ataques de Satanás, incluso los físicos. Ésta oración, compuesta por el papa León XIII y dirigida al supremo protector de la Santa Iglesia,  resulta insoportable al jefe de los demonios, el que siembra el odio, inspira las guerras, se interesa por las catástrofes naturales y por  las conflagraciones mundiales. Tampoco la soportan los espíritus impuros que reposan sobre la nuca, los hombros, la garganta y el tórax. (P. Ghislain Roy)



Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.

Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae coelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen.



San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

(Aunque no es obligación, se puede continuar con gran provecho la práctica de rezar esta oración después de la Santa Misa como se hacía antes del Conc. Vat. II.)